El papel lo aguanta todo. Esta feliz expresión, muy popular, nos ha alcanzado a todos cuando, en nuestro afán de hacer posibles nuestros sueños, los fijamos en un papel para materializar el propósito con la esperanza de verlos realizados, aun sabiendo que es improbable.

-FELIX RIERA

Entre la escuela y su casita dominguera, pasaron los días y un par de meses después, Amanda empezó a acompañar a su Mamá Lala a Ipiales – Colombia, a retirar las cajas de Orquídeas, flor que daba nombre a la floristería de sus padres, «Florería La Orquídea» al principio se iba prácticamente obligada ya que su Mamá sabía que era mejor tenerla junto a ella que dejarla en casa, pues al regresar seguro su hermanito menor Juanito entre lágrimas le contaría que Amanda había peleado, al ser el último de los hijos y el más mimado de su Mamá no se le podía negar nada, por ende era intocable, fue así que en uno de estos viajes después de haber retirado las flores, su Mamá Lala iría a visitar a su vieja amiga Ligia Benavidez, aquella señora de contextura delgada, muy amable siempre les recibía con una tacita de café de aroma exquisito e inconfundible, colegas en la rama de la floristería, le menciono sobre una papelería nueva muy cercana al lugar en donde estaban, aquel viaje entonces no seria solo por retirar las Orquídeas, también Mamá Lala aprovecharía y compraría suministros de oficina para la Floristería, como quien dice mataría dos pájaros de un solo tiro, junto con su vieja amiga, Mamá Lala, Papá Cucu y Amanda irían a dicho lugar sin imaginarse que al entrar, tras una vitrina de vidrio podría verse un cuaderno de marca Norma serie Peluches, modelo de cuaderno que en aquella época en su país aun no existía, Amanda al verlo se enamoro de la portada, su corazón le palpitaba mas de lo normal, sus ojos brillaban sus pupilas dilatadas por la emoción que sentía, pues aquel cuaderno tenia de portada el dibujo de su gran sueño, de aquel sueño que quería cumplir, y que solo Carolina su hermana sabia, en eso se escucho un grito, lo encontreeeeeeee ! Quien diría que el comprar aquel cuaderno seria la pauta para todo…

Después, los siguientes viajes ya eran más divertidos, con la ayuda de su Papá Cucu pudo comprar lazos para el cabello, lápices de colores, borradores con formas y olores, cartucheras, monederos, chupetes, caramelos, varias golosinas, siempre buscaba cosas llamativas, novedosas y sobre todo pequeñas, ya que luego todos estos artículos, se convertirían en mercadería de contrabando que la camuflaba en su mochila escolar para ser vendida a sus compañeros en la Escuela, pues de alguna manera Amanda ya pensaba en que debía reunir dinero para cumplir su gran y único sueño….

Pero como todo pasa en la vida un buen día ya no pudo ir, pues en la Escuela le habían pasado el sarampión, y eso le impedía viajar, Amanda tenía más síntomas de tristeza del no poder ir, que de la propia enfermedad, viaje frustrado, tarde solitaria ya que no podría jugar con sus hermanos, al anochecer mientras mirada su programa favorito El Chavo del Ocho, su sonrisa se volvió a dibujar en su rostro, pues su Mamá de aquel viaje frustrado le habría traído de regalo una hermosa cajita, una especie de mini lonchera metálica, Amanda ya se imaginaba guardar el dinero que tenia bajo su colchón producto de las ganancias en aquella cajita….

Así fue que con el tiempo la Escuela ya no se le hizo tan aburrida, pues tenia un gran motivo, pocos días antes de finalizar el año escolar se le ocurrió la gran idea de rematar los últimos artículos que le quedaban y sin pensarlo dos veces lo hizo en el patio de la Escuela, sin percatarse que la Profesora a lo lejos la estaba mirando, ya lo que paso después todos lo saben, Amanda recibiría su castigo y la profesora un bello ramo de rosas…..